Un hacker ético o un hacker de “sombrero blanco” puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso de una empresa, sobre todo si la mayoría de sus procesos ocurren en entornos digitales.
El mundo digital representa muchas ventajas para las empresas. En primer lugar, sin importar su lugar en el mundo, le permite encontrar clientes y proveedores sin limitaciones geográficas, lo que favorece la competitividad y rentabilidad. Desde un punto de vista productivo, la digitalización de los procesos empresariales favorece la movilidad laboral y la eficiencia en el uso de los recursos, todo ello creando la fuerza necesaria para hablar de empresas eficientes, eficaces y altamente rentables.
Pero el mundo digital no está exento de riesgos. Cada día es posible leer reportajes sobre importantes empresas que han sido vulneradas, sus servidores o servicios digitales puestos en vilo, y con ello, se ha producido una pérdida de información confidencial de personal, de clientes, socios, proveedores, documentos valiosos y toda la información privada de la empresa. Las pérdidas económicas por una vulnerabilidad en la implementación digital de la empresa se miden en millones de euros cada año, ahí la figura del hacker ético representa una solución transversal.
¿Cuáles son los servicios más comunes que ofrece un hacker ético?
Se denomina hacker ético a los expertos en ciberseguridad que, a diferencia de los hackers maliciosos, se dedican a proteger los servidores y activos digitales de las empresas que los contratan.
Anteriormente era una labor sumamente especializada y, además de costosa, muy difícil por el hecho de encontrar hackers éticos de calidad y asequibles para proyectos de emprendedores o Pymes. Gracias a que hoy existe una cultura mayor hacia los entornos digitales corporativos, y desde grandes multinacionales hasta autónomos utilizan los recursos digitales para dinamizar sus procesos productivos, encontrar un hacker ético o un equipo de ellos es tan sencillo como buscar por internet un hacker en Mexico o buscar en páginas relacionadas de otros lugares, sin tener que hacer malabares o acceder a sitios de dudosa reputación. Después de todo, los servicios de hacking ético son legales y muy necesarios.
Auditoría y pentesting
Los dos servicios más comunes, y que engloban dentro de ellos muchas actividades distintas, son la auditoría y el pentesting.
La auditoría, como su nombre sugiere, es una actividad preliminar en la que el hacker analiza cada uno de los equipos informáticos y activos digitales con los que cuenta la empresa. Además de hacer un inventario tecnológico -imprescindible para las actividades posteriores-, se unen puntos comunes en torno al funcionamiento de todo el sistema digital desde un abordaje integral, lo que permite identificar fallos en las comunicaciones o lograr instalaciones posteriores que sean más eficientes y seguras.
Tras la auditoría, es momento de una de las tareas más importantes y requeridas de un hacking ético: los pentest. No son más que pruebas de seguridad en las que el equipo de profesionales, de acuerdo al inventario tecnológico realizado, comenzará a someter a escenarios de estrés y de explotación de vulnerabilidades, a cada uno de los equipos y sistemas de la empresa, con la única finalidad de encontrar posibles fallos, vulnerabilidades y puertas de entrada que sirvan de acceso a hackers malintencionados.
Realizados ambos procesos, un buen servicio de hacking ético emitirá un informe sobre las vulnerabilidades encontradas, su riesgo real y las tareas que deben ser realizadas para erradicarlas y hacer de su sistema digital, un entorno más seguro.
¿Por qué son importantes dentro de la empresa?
Al igual que un cerrajero realiza pruebas de seguridad e instalaciones para evitar que un ladrón pueda entrar en casa o en el negocio, un hacker ético realiza pruebas de seguridad y mejoras técnicas para evitar que un ciberdelincuente pueda acceder de forma ilegal a los servicios y sistemas. La finalidad es la misma: garantizar la seguridad.
Para medir la importancia de estos servicios y dar justificación a su realización o planificación en un plazo de tiempo corto, es imprescindible hacer mención de aquellas ventajas o ayudas que su implementación puede traer a las empresas que así lo soliciten:
- Ahorro de dinero: cuando un activo digital -cualquiera- es hackeado, el delincuente tiene distintas formas de proceder. Una de las más comunes es mediante el secuestro, solicitando una cantidad de dinero y su urgente depósito para devolver el bien digital. En su defecto, será destruido y toda su información confidencial, también. En ambos casos las pérdidas de dinero pueden ser gigantescas y, en el caso de la información, puede comprometer las finanzas futuras por razones de desconfianza de socios o clientes.
- Seguridad: muchas empresas han recibido ataques de seguridad muy fuertes y, por desconocimiento, ni siquiera se han enterado de ello. Siguen operando sin saber que toda su información está en manos de delincuentes, con las implicaciones legales, morales y económicas que eso puede tener. Contar con un servicio de hacking ético para realizar tareas de seguridad informática dentro de la empresa permitirá, sobre otras cosas, tener la tranquilidad de que nadie o nada estará vulnerando los sistemas, por lo que el empresario podrá concentrarse en hacer más sólido su crecimiento en el mercado, sin riesgos en ningún momento.
El hacking ético como elemento fundamental de la seguridad para un proyecto digital
Si bien los entornos digitales de hardware son cada vez más seguros y los servicios de pago ofrecidos en la nube tienen un fuerte compromiso con la seguridad y la privacidad, estos sistemas no son perfectos, y el eslabón más débil de la seguridad informática no está en los sistemas, sino en las personas. Un hacker ético se encarga de auditar todos los sistemas y equipos de forma integral, analizando todas aquellas configuraciones, instalaciones o malos hábitos que pudieran acarrear, llegado el momento, en un ataque de ciberdelincuentes que, entre otras cosas, pueda llevar al proyecto digital a importantes pérdidas económicas, a pérdida de clientes, socios o proveedores, así como también a situaciones que conduzcan a la quiebra.
Hablar de hacking ético y de seguridad informática en la empresa es hablar de prevención, hacer uso, por ejemplo, de frases como ‘es mejor estar prevenido’ o ‘mejor tenerlo y no necesitarlo’. Como en todo, la seguridad es un concepto con base en la prevención, un concepto en el que muchas empresas suelen hacer las cosas de forma deficiente, y donde su mejor ayuda puede estar a un clic de distancia.
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