La salud es el don más precioso que tenemos, así que merece la pena cuidarla cada día, independientemente de cómo te sientas. Por desgracia, la mayoría empieza a preocuparse por su cuerpo cuando aparecen los primeros síntomas, y entonces puede ser demasiado tarde para recuperar la salud por completo. Hoy te animamos a invertir en prevención sanitaria para poder reaccionar con la antelación adecuada antes de que aparezcan los primeros síntomas patológicos serios.
Un tensiómetro siempre a mano
Medirse la tensión arterial es una actividad que por lo general asociamos a las personas mayores. Sin embargo, conviene saber que los problemas de tensión pueden aparecer a cualquier edad. Las personas que fuman, consumen alcohol y están expuestas a un estrés prolongado pertenecen al grupo de alto riesgo. Si no se trata, la hipertensión puede ocasionar varias complicaciones para la salud, como daños cardíacos, cerebrales, renales u oculares. Asimismo, contribuye a desarrollar ateroesclerosis.
La hipertensión arterial también aumenta el riesgo de infarto e ictus. Un tensiómetro casero cuesta alrededor de 25-50 €.
Medición de azúcar, no solo para los diabéticos
Otra prueba rutinaria que puedes realizar en condiciones domésticas es medir la concentración de azúcar en sangre. Controlar el azúcar es la principal medida de prevención antidiabética. Si se detecta de forma temprana, es posible curarla. Sin embargo, si permitimos que la enfermedad se desarrolle a un estadio avanzado, necesitaremos tratamiento durante toda la vida. Por lo tanto, si en tu familia la diabetes es hereditaria o sufres obesidad, merece la pena medirse el azúcar con frecuencia y, en caso de obtener unos resultados que se desvíen de la norma, contactar con el médico. El azúcar se puede medir en un punto de extracción sangre, o utilizando un glucómetro doméstico. El precio de estos aparatos oscila entre los 25 y los 75 €.
Analítica
El análisis de sangre es una prueba recomendada por los médicos para mejorar el diagnóstico de sus pacientes. Los resultados de los análisis de sangre nos dicen mucho sobre nuestra salud. Principalmente, son capaces de evidenciar infecciones e inflamaciones que se están desarrollando en tu cuerpo y aún no generan ningún síntoma. Gracias a los análisis de sangre, se detectan anomalías de forma temprana, lo que permite tratarse rápidamente y evitar el desarrollo o aliviar el curso de muchas enfermedades peligrosas.
Se recomienda hacerse una analítica al menos una vez cada seis meses. Además, no cuesta mucho, aproximadamente 5 €.
Paquetes de pruebas
Una vez al año también merece la pena pagar por un paquete de pruebas completo que, además del análisis de sangre, incluye un análisis de las hormonas tiroideas, un lipidograma, un análisis de orina, un ECG y una ecografía abdominal. En los centros de diagnóstico privado puedes hacerte estas pruebas en un paquete entero. Por lo general, estos centros ofrecen paquetes especiales que cuestan entre 25 y 100 €. En comparación con el posible tratamiento de una enfermedad diagnosticada tarde, este gasto resulta nimio. Si en un momento dado no tuvieras ahorros para gastarlos en tu salud, puedes recurrir a créditos rápidos, que te permiten conseguir fondos el mismo día en el que rellenes la solicitud.
Recuerda que la salud no tiene precio. No la cuides solo cuando sufras afecciones, sino también en forma de prevención diaria.
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