El término anglosajón lead, se utiliza para designar las oportunidades de venta que puede llegar a tener un producto o servicio. Para conseguirlas, se suelen llevar a cabo diversas técnicas para atraer a los usuarios y convertirlos en futuros clientes, es decir, hacer que se produzca la venta, no obstante, en ocasiones, no se llegan a tener los resultados esperados, de ahí que haya que tener en cuenta una serie de pautas.
El concepto de lead es uno de los más utilizados en la actualidad dentro de cualquier departamento de marketing y publicidad de una empresa. Entre otras cosas, porque es el encargado de designar cuáles son las oportunidades que se pueden presentar para ciertos productos o servicios. El objetivo de los leads es convertir a los usuarios en posibles clientes futuros y de esta manera, hacer que la venta se haga realidad.
Para que todo esto llegue a buen puerto, es necesario tener muy en cuenta otro concepto clave, se trata de la fuerza de ventas. En este caso, aquí se enmarcan todos los elementos que forman parte del proceso comercial de una entidad, combinando así un gran número de áreas. Se puede decir, que la fuerza de ventas es la combinación de todos los recursos humanos y materiales que participan en todo esto.
En cualquier caso, aunque lo ideal sería que los leads sirvieran en su totalidad para terminar teniendo todas esas ventas, lo cierto es que esto no ocurre siempre, precisamente por este motivo, es esencial llevar a cabo una serie de pautas para mejorar el proceso y que, finalmente, la venta pueda producirse.
¿Qué se puede hacer para tener ventas más efectivas?
En la actualidad, se pueden poner en marcha una serie de iniciativas con el fin de mejorar la eficiencia de la conocida como fuerza de ventas. En este sentido, una de las primeras cosas que hay que llevar a cabo es establecer un organigrama claro. Es decir, saber qué personas van a formar parte del proyecto y qué tipo de acciones y tareas debe hacer cada uno de ellos.
Por otro lado, en relación al personal, es importante que los trabajadores elegidos estén perfectamente capacitados para desarrollar el trabajo que se les ha encomendado, además de que deben tener constancia en cada una de las tareas asignadas.
Por supuesto, crear un plan de incentivos ayudará a que los resultados sean mucho más óptimos, es decir diferentes acciones que motiven al personal, principalmente, aquellos que forman parte del área de ventas de una empresa.
Asimismo, en los tiempos que corren, es esencial que los empleados elegidos cuenten con una buena formación en relación al uso de las nuevas tecnologías, sobre todo, si se van a encargar de la utilización de software de gestión específicos, conocidos como CRM. Lo cierto es que esta herramienta se ha convertido en una de las mejores aliadas para mejorar la relación entre cliente y empresa, ya que está diseñada para que se pueda dar una mejor atención, a todos los niveles.
Mercadotecnia
Además de todo lo mencionado, otro punto que hay que tener muy en cuenta es que, para conseguir esa fuerza de ventas que se necesita, es primordial que el área de ventas esté en perfecta consonancia con el departamento de marketing. Las estrategias y técnicas de mercadotecnia son muy útiles para conocer las necesidades que presentan los usuarios, filtrando así datos en base al contexto en el que se mueven o incluso sus propios perfiles personales. Sabiendo esta información detallada, será más sencillo crear la necesidad de compra del usuario, en base a las prestaciones que está demandando en cada momento.
En cualquier caso, existen numerosos mecanismos que ayudan a integrar ambas áreas, siendo uno de los más utilizados compartir datos. También es habitual trabajar con la técnica venta marketing, la combinación de ambas partes; o incluso crear un documento del tipo SLA, es decir, un acuerdo de nivel de servicio donde se establecen los compromisos de ambas partes por conseguir alcanzar las metas propuestas.
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