La prueba de selectividad es una de las más trascendentales en la vida académica de todos los alumnos de bachillerato en España. Poder obtener una buena calificación en ella permitirá optar a mejores carreras, mejores universidades y claro, en mejores condiciones desde el principio.
Cada año, los alumnos de bachillerato que están por salir a enfrentar la vida universitaria deben presentar la prueba de selectividad, o la prueba de acceso a la universidad. Es una prueba determinante, ya que su resultado puede ofrecer una serie de posibilidades de estudio o planes de carrera específicos a los alumnos. Conviene saber, entonces, cómo prepararse adecuadamente.
Formación específica para la selectividad
Aunque muchas personas prefieren estudiar en solitario o en grupo, por cuenta propia, lo mejor siempre será apostar por una formación específica para dicha prueba. En la actualidad, hay buenos cursos de selectividad a los que cualquier alumno se podría inscribir y sacarle todo el provecho.
Dependiendo de las fechas, de los intereses del alumno y su familia, del tiempo disponible para estudiar o hasta de la ubicación, se podría apostar por cursos extensivos o intensivos, ambos presenciales, o bien por la formación online, que actualmente no tiene nada que envidiar en rigor metodológico y calidad de los contenidos impartidos a las modalidades presenciales.
Optar por formación específica permite tener un mejor contexto para estudiar, permite mejorar el rendimiento al medir mejor el progreso, e incluso se cuenta con plataformas de estudio con mucho material para aprender, desde contenido en vídeos, ayudas de profesores y tests.
Aprender con exámenes de años anteriores
Por lo general, muchas de las academias que se especializan en la formación para las pruebas de selectividad suelen contar con mucho material para la preparación de sus alumnos. Son, por ende, el primer lugar en el que poder consultar los exámenes de selectividad de años anteriores, uno de los recursos que más se utilizan para prepararse para dicha prueba.
Estudiar con los exámenes de años anteriores tiene muchas ventajas:
- Permite estudiar teniendo en cuenta un formato y una información que, por cada asignatura, va a variar más bien poco durante los años.
- Se puede estudiar cada prueba, de cada asignatura, desde años como el 2010 o hasta el año 2022, por lo que hay bastante material formativo de calidad para saber cómo preparar la prueba.
Sin embargo, los exámenes de años anteriores son sólo uno de los puntos clave, ya que se debe complementar con otras formas de aprendizaje y sobre todo, de pruebas y tests. De lo contrario, se estaría dejando por fuera mucho contenido que sí podría aparecer en la prueba del año al que se quiere presentar el alumno.
Saber cómo funciona la calificación y estimar la propia
Para tener éxito en la prueba de la selectividad, entre otras cosas, hay que conocer el funcionamiento de la prueba, de las asignaturas que se evalúan, de cómo se calcula la nota, y todo lo relacionado con eso. Saberlo implica poder enfocar la concentración y el esfuerzo en esas asignaturas o fases que más puntos ofrezcan para el cálculo final.
- Calcular la nota: la nota de la selectividad se calcula tanto por lo obtenido durante la época de bachillerato, como también por las 2 fases de la prueba. Lo mejor es poder usar herramientas pensadas para tal fin, como la calculadora selectividad que ofrecen en la web de Formación Miró, una de las academias especializadas en la preparación de esta prueba.
- Fortalecer áreas importantes: teniendo en cuenta que la fase general es más importante que la específica, conviene revisar los contenidos de las asignaturas que se presentan en la primera fase de la prueba. Poder estudiar, repasar y mejorar las capacidades con respecto a estas asignaturas brindará más posibilidades de obtener buenos resultados.
- Conocer las ponderaciones: cada cierto tiempo algunas asignaturas dejan de ser consideradas para la prueba. Otras tantas, cambian su ponderación para el cálculo final. Estar atentos a las ponderaciones selectividad es, por ende, crucial para saber cómo se puede obtener la mayor calificación posible durante la prueba. Lo bueno es que dicha información es pública y se suele compartir con suficiente antelación como para poder revisarla a tiempo.
La prueba de selectividad es uno de los últimos retos a los que se enfrentan los alumnos de bachillerato antes de emprender su camino de formación en las universidades. Pero es un reto que deben superar y, desde luego, con la calificación más alta posible. Prepararse bien, explorar todas las modalidades eficaces de formación y conocer cómo funciona el cálculo de la calificación final será importante.
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